Como era de esperar, Irlanda ha solicitado un paquete de ayudas a la Eurozona, el mismo paquete que hace muy poco el primer Ministro irlandés, Brian Cowen decía no necesitar. El anunciado rescate a Irlanda, es el segundo que llevará a cabo la Unión Europea después del rescate a Grecia. Y todo apunta que no será el único, ya que el primer Ministro Portugués, José Sócrates, no descarta que su país rellene el formulario pertinente para solicitar prestaciones.
Del paquete de ayuda a día de hoy, se desconocen muchas cosas al igual que se saben ciertas novedades. Por ejemplo, además de la UE y del FMI, hay otro actor que entra en juego por primera vez para la financiación de un país europeo, este es el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), creado tras el primer rescate sobre Grecia. Además, otro aspecto inusual, es que será el propio gobierno irlandés el que determine en gran medida las medidas económicas una vez aprobado el paquete
Irlanda es un país que se ha caracterizado históricamente por llevar a cabo políticas neoliberales (no intervención del Gobierno en economía).
Precisamente este tipo de políticas se habían centrado fundamentalmente en el sector empresarial y en el funcionamiento de los mercados financieros internos, dejando vía libre para la acción desaforadamente especuladora de los bancos, o manteniendo los impuestos sobre las empresas a niveles casi ridículos, políticas que han llevado al país a una situación económica muy comprometida. A partir de ahora las políticas neoliberales se harán sentir también, con enorme dureza, sobre los intereses y los derechos sociales y económicos de la sociedad irlandesa, a través de un descomunal plan de ajuste que le ha venido impuesto por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, como garantía para llevar a cabo el plan de rescate previsto.
El Gobierno irlandés afirma, por su parte, que el plan de ajuste económico está diseñado para ahorrar 15.000 millones de euros hasta 2014, uno de los requisitos que han solicitado la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, actuales gobiernos de facto en todos los países europeos, para que reciba el plan de rescate financiero.
Para ello, el gobierno céltico no ha dudado en ningún momento tomar medidas como: recortar en 2.800 millones el dinero destinado a prestaciones sociales de todo tipo, anunciar el despido de 24.750 trabajadores públicos, reducir el salario mínimo por hora trabajada entre otros. Y todo en un único paquete. Habrá que ver lo que nos tienen guardados en el cajón de las sorpresas a medida que se vayan aprobando los "paquetes" accesorios, tales como pueden ser los que afecten a reformas laborales, o similares.Todos los intentos para solventar la crisis, son intentos individuales. Se echa en falta un esquema de actividades globales para erradicar un problema de gran envergadura. El mercado también lo echa en falta, y sigue esperando reformas por parte de los gobiernos fuertes de la UE.
Ante tal panorama individual, más les vale a los gobiernos europeos hacer los deberes y demostrar a los de arriba que están esforzándose para ser el mejor alumno de la clase. Pero si no queremos pasar nuevamente por la tijeras de los recortes sociales, habrá que evidenciar que España no solo se diferencia de Irlanda y de Grecia por la situación geográfica.
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